#MEMORIAL CLOE

Nuestra convivencia con Cloe ha sido muy corta, muy a nuestro pesar.
En uno de los paseos por la Riera de Rubí, un jueves, de repente vimos al otro lado de la riera, un perro muy grande, acostado.
Como andamos con nuestro peludo Lennon, que es un perro precioso, muy cariñoso, pero no precisamente amigo con todos los demás perros, temimos lo peor de un encuentro entre ellos.
Pero, por gran sorpresa nuestra, Lennon se acercó muy tranquilamente al otro perro, oliéndole.
Nosotros también cruzamos la riera y nos tuvimos que dar cuenta, que el perro, de hecho era una perra enorme, de unos 50 kilos al menos, estaba en muy mal estado.
Probablemente perdida o abandonada, estaba llena de garrapatas y lesiones importantes de diferente índole.
Después de mucho tiempo logramos convencer a la perra de levantarse, lo que logró con mucha dificultad. Más difícil era aún subirla al coche y luego llevarla al veterinario. Sin chip, por supuesto.
Cloe, así la bautizamos, duró solamente unos pocos días en el veterinario. Debido a sus múltiples enfermedades y lesiones no logró entrar al Cau Amic y nos tuvimos que despedir de ella. Pero no la olvidaremos.

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